Por José Luis de la Calva
El alerón y el resto de fragmentos hallados el miércoles en una isla del océano Índico son la primera pista en más de un año sobre uno de los mayores misterios de la historia de la aviación civil.
Las autoridades malasias han confirmado que el número de serie del fragmento hallado en las aguas de la isla Reunión pertenece a un Boeing 777, informa AFP. y un funcionario del Ministerio de Transporte de Malasia.
“Por el número del fragmento se confirma que se trata de un avión Boeing 777. Esta información nos llega de Malaysia Airlines. Ellos me han informado”, ha declarado el viceministro de Transportes Abdul Aziz Kaprawi a la agencia AFP, cita ‘The Straits Times’.
Se estima que el vuelo MH370 de Malaysia Airlines que desapareció en marzo de 2014 es el único Boeing 777 que se ha estrellado al sur del ecuador desde hace 20 años.
Por su parte las autoridades francesas decidieron trasladar la pieza a Toulouse para que un grupo de expertos verifique si realmente se trata de parte del aparato de Malaysia Airlines que despegó de Kuala Lumpur el 8 de marzo de 2014 con 239 personas a bordo, con destino a Pekín y que, según aseguran los expertos pero sin ninguna prueba de ello, acabó estrellándose en algún punto del Índico.
El primer ministro malasio, Najib Razak, aseguró ayer que ve “muy probable” que los restos encontrados, sobre todo una pieza de unos dos metros de largo que forma parte del ala, pertenezcan a un Boeing 777, el mismo aparato que se perdió. Un equipo de expertos y representantes del Gobierno del país asiático ha decidido viajar a Toulouse para colaborar con la investigación.
La pieza se localizó el miércoles en Reunión, un territorio de ultramar francés situado cerca de Madagascar, cuando varios empleados de una asociación local limpiaban la costa. Cerca del alerón se ha hallado parte de una maleta muy dañada y algunos escombros, según informa France Presse.
El vuelo MH370 perdió contacto con tierra 38 minutos después de despegar. La versión oficial señala que alguien a bordo desconectó los sistemas de comunicación y cambió el rumbo de la nave. Un radar militar detectó el aparato sobre la península de Malasia dirección sur y un satélite de Inmarsat recibió señales de la nave hasta siete horas y media después. Los expertos especulan con una caída repentina del nivel de oxígeno que dejó a los pasajeros y a la tripulación inconscientes y que el avión siguió volando con el piloto automático hasta que se quedó sin combustible, pero no hay explicación alguna sobre por qué la nave se desvió de su ruta hacia la capital china.
Con los datos del satélite, los equipos de rescate establecieron un área prioritaria de búsqueda en el Índico sur, a 2.000 kilómetros de la costa oeste de Australia. Tras peinar casi 5 millones de kilómetros cuadrados de superficie marina, las tareas se centraron en el rastreo del fondo. Australia, Malasia y China —de donde procedían la mayoría de los pasajeros del MH370— prometieron no abandonar la búsqueda.
El alerón se ha encontrado a casi 4.000 kilómetros de donde supuestamente el aparato se estrelló, una distancia considerable teniendo en cuenta las corrientes marinas y el tiempo que ha pasado desde el suceso. “En caso de que sean identificados como partes del MH370, el hallazgo sería consistente con los análisis que señalan que el avión se encuentra en el océano Índico”, señaló en un comunicado el vice-primer ministro australiano, Warren Truss.
Los familiares de los desaparecidos, que han denunciado en repetidas ocasiones la falta información por parte de las autoridades malasias y la aerolínea, han recibido la noticia con escepticismo. «No queremos oír de nuevo que algunos representantes digan que están al 99% seguros de que son restos del avión desaparecido, queremos que lo digan cuando estén seguros al 100%», aseguró en un comunicado el portavoz de las familias de los desaparecidos de nacionalidad china, Jiang Hui.
A principios de año, el primer ministro malasio dio por muertos a todos los pasajeros para que las familias pudieran empezar a cobrar compensaciones. Muchos criticaron entonces esta declaración e interpretaron que el Gobierno tiraba la toalla sin haber logrado ninguna evidencia de lo que paso.